martes, 10 de diciembre de 2013

Guillermo Bermejo: Lima, la izquierda y las elecciones de noviembre

Cuando se dieron los resultados del proceso de revocatoria, le comente a todos los compañeros y amigos que mi idea era que se votara viciado para noviembre. 
Era una forma de decirle, que el triunfo con yaya de Villaran, debía coronar con un váyanse al carajo con el daño que le quisieron hacer a la ciudad y que se quedaran postulando en soledad l os partidos de la derecha que  les interesa retomar el Municipio de la capital, para que vuelvan los faenones. 
Ciertamente, me gano el idealismo y olvide que también en la izquierda hay apetitos electorales. 
Así que aceptando que se participara este 24 de noviembre, supuse que ganaría el sentido común y se les daría continuidad a los regidores que ingresaron por los revocados, en la lista. Y otra vez, me equivoque. 
No puedo negar que este novedoso ejercicio de “un militante un voto” democratiza la elección de candidatos, pero me pareció innecesario en un escenario como este, donde los que entren, cuando terminen de entender como es la chamba, se estarán despidiendo de la gestión también. 
Lo cierto es que los distintos grupos y partidos se agitaron mucho en esta elección de candidatos, (hubo insinuaciones y hasta insultos de lado y lado) y esto nos dice, de que las próximas elecciones internas de nuestra izquierda serán batallas campales, ya que los cargos a representar serán más duraderos y de mayor importancia. 
Lo curioso es que una vez hecha la lista el fervor de aquellos días se termino. Hoy a menos de un mes de las elecciones de noviembre, en concreto, no hay campaña. El símbolo a marcar es más desconocido que el Perú en los mundiales y solo vemos  “pal feis” y pequeños grupos dando vuelta por Plaza San Martín. 
Parece que lo importante para todas las organizaciones la cosa era ganar la pulseada dentro de la izquierda y nada más. Porque no puedo entender como luego de decir que representaban barrios, sindicatos y demás, ahora no se vea absolutamente nada en las calles. 
Mientras tanto la derecha ya saco a sus asalariados a repartir volantes y regalar en todas las esquinas. 
Da la  que no hemos aprendido la lección de la revocatoria. Seguimos con la cantaleta, que es mentira además, que desde la comandancia central vendrán las órdenes que lograran el triunfo. Nuestras izquierdas son tantas y tan diversas en sus formas de hacer política, que es imposible que las quieran poner al mando de alguien en particular. 
Seguir creyendo en eso, de que las  distritales se dirigirán desde “los locales partidarios de la confluencia” da un poco de risa y bastante fastidio, pues en su mayoría esos locales no existen. 
Para el triunfo de Susana, como para vencer en la revocatoria y como  lo que le ha costado a la izquierda, la militancia sacrificada es la clave. Podemos tener buenos candidatos, excelentes filósofos y analistas, pero sin el caminar por los barrios nada se lograra en la capital, en una votación como esta, odiada por mayoría de la población. 
Ya que se decidió participar en este proceso, se debería entender el mismo como un referéndum de aprobación a la gestión y por lo tanto trabajar con seriedad la campaña. Ya sabemos que no habrá forma de salir airosos de este proceso. Habría que sacar por arriba de 95% para tener mayoría en el consejo nuevamente y eso no pasara. 
Pero el objetivo al menos debería ser ganar las elecciones con más de la mitad de los votos. Y esos no se consiguen con trabajar por las redes nomas o dando vuelta por el Centro Histórico o dando entrevistas a medios que si nos dan 2 minutos le facilitan al enemigo 20 veces más. 
Necesitamos de ese ejército de voluntades que se rebelaron contra  la lógica de “excepto los medios todo es ilusión”, que entendió que los memes no alcanzaban y comenzaron a ir a los conos, sin necesitar de artistas o deportistas consagrados, sin desmerecer su participación, donde está la mayoría de la población a hacerle entender que no podían dejarse engañar por una campaña asquerosa direccionada por toda la escoria mafiosa que le robo a  y al país 
De esos irreverentes necesitamos en estas tres semanas que quedan para derrotar a la derecha mafiosa nuevamente. Para que todos sigan sabiendo que esta gestión que tiene las  limpias y trabaja duro es de izquierda. 
Por la izquierda y desde abajo, oigo decir a todos desde todas las izquierdas. Hagamos de esa frase algo más que un nuevo cliché. Hagamos que se haga de  y hueso.

Hasta la Victoria Siempre
Guillermo Bermejo Rojas

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