domingo, 8 de diciembre de 2013

Gabriel Salazar; "La militancia está por la unidad"



Enviado el 04/12/2013

Gabriel Salazar Borja *
Este 30 de noviembre se reunió en confraternidad la Confluencia por Lima, plataforma política creada en el 2010 por la izquierda para llevar a Susana Villarán a la alcaldía. Ese año ganó las elecciones, con fortuna de por medio; sin embargo,  en marzo del 2013, afrontó un proceso de revocatoria con victoria hacia afuera (Villarán se mantuvo en el cargo) pero con derrota hacia adentro (el peligro de perder los regidores se hizo real). Así, llegó a noviembre del 2013 que hizo realidad el  peligro. Ahora es necesario hacer un balance desde adentro de la izquierda, y para ello partiré de la fotografía final de estas elecciones.
La fotografía fue la siguiente: el movimiento social del Vaso de leche encabezado por Ivone Tapia, los regidores activos que postulaban a la reelección, Marité Bustamante y Luis Gárate; dos partidos políticos, Fuerza Social y Voz Socialista; el colectivo Foro Juvenil de Izquierda, las bases del Partido Nacionalista Peruano-Lima, todos agrupados asistentes a esta reunión de confraternidad, los que forman parte de la plataforma amplia de la Confluencia por Lima, han sido  quienes armaron la campaña de Tierra y Dignidad (TD), y  lograron conseguir llegar a más de 300 mil votos, manteniendo  en el concejo metropolitano a Marité Bustamante y a Luis Gárate, quien junto con el Teniente Alcalde, Hernán Núñez, conformarán la bancada de la Confluencia por Lima.
La reunión no solo confirma la persistencia de la militancia de izquierda y progresista en Lima, agrupada en la Confluencia por Lima, sino que también da cuenta de las fuerzas ausentes. En medio de las discusiones de si se debía luchar políticamente por las elecciones del 24 de noviembre, la dirigencia de algunos partidos miembros de la Confluencia por Lima, como Tierra y Libertad, Ciudadanos por el Cambio, Partido Socialista, Partido Comunista Peruano y Patria Roja, plantearon o que no era importante participar  o que si se participaba solo era  como Frente Amplio –y sin ninguna alianza con los partidos de la  derecha-. Las posiciones de Fuerza Social y de Voz Socialista eran las de ir en alianzas.
Al final se optó por ir solo como izquierda, todos unidos, decían; sin embargo a la hora de  la campaña los ausentes en la reunión de confraternidad de Confluencia por Lima también estuvieron ausentes, dejando solos a sus jóvenes candidatos. La dirigencia de estos partidos no se la jugó. Ese fue precisamente uno de los balances en las intervenciones de los militantes de base encargados de la campaña de TD en la reunión mencionada. Los militantes encargados de los más de 20 comités de campaña en todo Lima expresaban su incomodidad por esta falta de compromiso. Es que a pesar que inclusive algunos militantes  de estos partidos si  lo hicieron, no estuvo presente su maquinaria partidaria. ¿A qué se debe? Se vienen escribiendo varias columnas, Marisa Glave, Antonio Zapata, Raúl Wiener, Rocío Silva, y Hernan Núñez. El presente artículo  es para aportar al debate.
Es cierto que la alcaldesa Susana Villarán también estuvo ausente. Es cierto que el mismo  Fuerza Social no apoyó, como debiera; pero eso no puede llevar a concluir que  Susana Villarán ya no es de izquierda y que entonces hay que abandonarla. La reunión planteó la necesidad de un debate abierto,  de la unidad más allá de las discrepancias, pero con un diálogo previo y con el reconocimiento del trabajo realizado por Confluencia por Lima durante estos años. Es necesario pensar en un Frente Amplio más allá de las ideas, y más acá de las prácticas. ¿Los partidos de izquierda implicados en esta historia abrirán un  debate al respecto? Me parece necesario.
La izquierda se forja en la lucha, y la lucha última en Lima era  en  las elecciones de noviembre, para mantener el poder progresista y de izquierda en el Concejo de Lima. Para construir una propuesta local y  nacional, es importante dar la pelea en todos los espacios.- La militancia en Lima  se ha sentido mucho más reforzada por la última batalla electoral, pero también ha sentido las ausencias y esto es grave. No se puede caer en el pragmatismo, en el mero cálculo político desde la dirigencia. Esto puede pasar la factura, generar desmovilización y descrédito hacia propuestas que no reconozcan esta lucha. Mi experiencia de este año 2013 me ha enseñado que es difícil no solo construir esta idea –y práctica- de poder popular, sino que también es difícil forjar la unidad.
El panorama actual es complicado. Fuerza Social y Susana Villarán con una trayectoria más parecida al liberalismo de izquierda, con acciones desleales (como lo sucedido con Patria Roja al inicio de su gestión), algunos partidos del Frente Amplio con una actitud de rechazo ante esta posición -que los alejó de la campaña-, y los otros partidos de la Confluencia por Lima, respaldando a pesar de todo a la gestión de la izquierda y de  Villarán. Son las tres posiciones que deben de ponerse de acuerdo para mirar el futuro y no abandonar Lima. Los problemas en la izquierda explican el abandono pero no lo justifican. Finalmente surgen muchas preguntas, pero la central es  cómo mantener unida a la militancia de izquierda en Lima. Lamentablemente las disputas entre Susana Villarán y algunos partidos del Frente Amplio han pasado factura a la Confluencia por Lima.
En Lima, el Frente Amplio afirmó que Confluencia por Lima era la expresión del Frente Amplio en Lima; sin embargo los partidos  más activos  en el FA no participaron en la campaña. ¿Por qué? Creo que es necesario impulsar un debate amplio, fraterno, de cómo se viene desarrollando la actividad de las izquierdas en Lima y  que como resultado de este se pueda finalmente llegar a un acuerdo de todas las fuerzas, a la tan ansiada unidad. Más aún cuando el panorama asoma bastante complicado en el horizonte del 2014 y 2016. La derecha reaccionaria y conservadora quiere volver con todo al poder. ¡No podemos seguir desunidos!
* Foro Juvenil de Izquierda

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