martes, 10 de diciembre de 2013
David Aguinaga: CRÓNICA DE UNA INVITACIÓN A CAPITULAR ANTE LOS REVOCADORES
CRÓNICA DE UNA INVITACIÓN A CAPITULAR ANTE LOS REVOCADORES
Redactado por David Aguinaga Carrión
07-12-13
“La izquierda no entendió el mensaje de marzo. La gente no quería ir a votar y en lugar de posicionarse en la idea del blanco y viciado, o del ausentismo también, (S/M) fue como oveja al sacrificio y cayó en la emboscada que los revocadores, ausentes ayer, querían.” “Ahora le toca a Susana y lo que le quede de regidores procurar algunas alianzas que le permitan llevar en piloto automático la gestión hasta
que termine. Pero estamos también a las puertas del circo que armaran los regidores de la derecha, para que su boicot a la gestión culmine con el destierro de la izquierda del Municipio en las próximas elecciones ediles.” “Pensé que eso lo teníamos claro. Ahora queda la duda de si es que habremos aprendido la lección.” “A ver si aprendemos a responder como se debe.”
De “Crónica de una derrota anunciada”, de Guillermo Bermejo.
Bajo el título de “Crónica de una derrota anunciada”, se encuentra circulando crecientemente en algunas redes virtuales un artículo de Guillermo Bermejo sobre los resultados de las elecciones complementarias del 24 de noviembre en Lima; artículo que se caracteriza centralmente por estar dirigido contra la participación electoral de la Confluencia por Lima y en el cual, de manera explícita y directa, se sugiere a posteriori la abstención electoral de la izquierda. En la medida que no solo Bermejo sino otros más vienen también difundiendo esta propuesta capituladora y desorganizadora, y como el que calla otorga, nos vemos en la obligación de contestarla.
Capitulación ante los revocadores, disfrazada de radicalismo Con más arrogancia que análisis concreto del conjunto de la situación socio política de la última coyuntura electoral y sin ningún esfuerzo por un conocimiento objetivo del proceso de participación electoral de la Confluencia por Lima y sus contradicciones internas, Guillermo Bermejo lanza una serie de sentencias abstencionistas, mediante las cuales pretende convencernos de que la Confluencia por Lima no debió participar en tales elecciones.
Es más. En su “Crónica …”, Bermejo lleva a su extremo la actitud vacilante y ausente de una parte de partidos formalmente participantes en la Confluencia por Lima y en su última campaña electoral, quienes dudando primero sobre si se debía participar o no en las complementarias y luego aceptando hacerlo solo de manera formal, en los hechos brillaron por su ausencia en la efectiva realización de la campaña. La lleva a su extremo porque, a diferencia de otros, que solo en términos prácticos sustrajeron su participación, Bermejo lo hace explícitamente, con todas sus letras, censurando a la Confluencia por Lima por haber participado en la batalla electoral.
De esta manera, al promover la abstención de la izquierda en la contienda política de esa hija de la revocatoria que fue la elección complementaria en Lima, la prédica de nuestro articulista -no sé si plenamente consciente de ello- se pone enteramente al servicio de los objetivos de los revocadores, que buscaron desaparecer de la gestión de la MML cualquier rasgo de izquierda.
El mensaje del 17 de marzo del 2013
Para Bermejo, el objetivo de los revocadores fue “tumbarse como sea a Susana y solo a ella” y no barrer del gobierno de la ciudad de Lima al conjunto de la izquierda y el progresismo (con todos sus regidores) y con ello, toda posibilidad de que la izquierda y el progresismo puedan seguir avanzando hacia el gobierno nacional. Bermejo no reflexiona, aunque sea un poco, que a pesar del enorme esfuerzo de las fuerzas democráticas y progresistas por el triunfo del NO en la revocatoria, esta lucha solo pulo lograr mantener a Susana, pero perdimos a casi todos nuestros regidores y, por lo tanto, el nuevo objetivo complementario de los revocadores y de toda la derecha era completar su faena, impidiendo a como de lugar que la izquierda diera una exitosa batalla en el detestable pero inevitable proceso electoral de noviembre 2013.
Por eso que para Bermejo, “el mensaje de marzo” no fue la defensa de la cuota de poder de la izquierda y el progresismo en la MML, mediante la más amplia unidad posible de las fuerzas democráticas y progresistas para seguir impulsando las reformas que Lima necesita, sobre todo al servicio del pueblo y en intensa y desigual lucha contra los revocadores y los que los apoyan, que, repetimos, buscaban y buscan barrer definitiva y totalmente a la izquierda (y no solo “a Susana y solo a ella”) de la MML y de toda la vida política nacional, para seguir medrando de la Municipalidad y utilizarla como plataforma para retomar el gobierno nacional. Por el contrario, argumentando Bermejo que “la gente” -así en general- no quería ir a votar en las tramposas elecciones propiciadas por los revocadores (a pesar que, como demostraron los comicios del 24 de noviembre, “la gente” que votó por el PPC sí quiso militantemente ir a votar con mucho instinto y disciplina de clase, incluyendo votos del fujimorismo y del APRA) entonces, “el mensaje de marzo”, según Bermejo, habría sido que la izquierda diera un paso al costado, permitiendo que solo la derecha participe en las complementarias, para que así los revocadores completen su faena de marzo, dejando sola a Susana, a merced de la derecha y la ultraderecha.
Y cuando despectivamente Bermejo ningunea: “Ahora le toca a Susana y lo que le quede (S/M) de regidores procurar algunas alianzas que le permitan llevar en piloto automático la gestión hasta que termine”, en el contexto de las ideas y sentimientos vertidos en su artículo, aquella “constatación” no representa ninguna crítica dirigida a los revocadores o al PPC, ya que dentro de su lógica solo se lo puede entender como el eco de la presión de los revocadores: que Susana se vaya, que renuncie o que sea vacada; cuestión que el propio PPC también ha promovido en varias oportunidades. En síntesis, para Bermejo “el mensaje de marzo” fue que la izquierda no intente candidatear en noviembre y que Susana y toda la izquierda se vayan a su casa. Capitulación en toda la línea, más allá de cualquier radicalismo verbal. “Pensé que eso lo teníamos claro. Ahora queda la duda de si habremos aprendido la lección.”
Quiénes son las verdaderas mansas ovejas rumbo al sacrificio Contrariamente a la lógica de Bermejo, marchar como mansa “oveja al sacrificio” hubiese sido más bien abstenerse de participar en las elecciones complementarias, permitiendo de esa vergonzosa manera abstencionista que solo la derecha y hasta el centro obtengan representantes ediles en la MML. Políticamente, ello hubiera representado reconocer impotencia, incapacidad y espíritu de derrota anticipada, disfrazada de radicalismo y purismo, ante el conjunto de la sociedad, nuestro propio pueblo y los militantes y simpatizantes de izquierda, llevándolos a la desmoralización y promoviendo la dispersión y el rompan filas; que en el fondo es trabajar para engrosar las filas de la derecha, la extrema derecha y también de los partidos de centro.
Porque la única manera coherente y políticamente efectiva de no participar en las recientes elecciones complementarias hubiese sido, en presencia de condiciones favorables, agrupar, engrosar, organizar y movilizar las filas del descontento de sectores de la población ante este proceso electoral impuesto por la reacción revocadora, para boicotear estas elecciones tramposas, marchando directamente a las elecciones municipales del 2014, fortalecidos con tal hipotética lucha. Pero, ni siquiera con la importante lucha de sectores democráticos contra la repartija, tales condiciones favorables se generaron ni ningún Guillermo Bermejo impulsó seriamente tal posibilidad y ni siquiera la formuló públicamente. Todo lo demás es palabrería anarquista, susto ante los revocadores, temor a la participación electoral, disfrazada de radicalismo y la vieja idea, de esa misma naturaleza, de que se puede forjar y fortalecer un movimiento de izquierda en un invernadero, fuera de las luchas reales que plantea la vida. Y la vida nos planteó a todos en Lima, desde el 17 de marzo del 2013, la lucha política en las elecciones complementarias. Bermejo y otros, se corrieron.
Significado del 7.6% de la Confluencia por Lima (TD)
Es una elemental constatación que reconocemos objetivamente, que el 24 de noviembre el conjunto de la izquierda y el progresismo, representados en esta oportunidad por la Confluencia por Lima y bajo el símbolo de TD, sufrimos una derrota electoral en las complementarias municipales de Lima, no consiguiendo atraer los votos de muchos centenares de miles de ciudadanos que simpatizan con las reformas de la gestión municipal encabezada por Susana Villarán, por falta de una mayor campaña. Pero debe representar tambien una elemental constatación de toda la izquierda asumir objetiva y explícitamente que, en mérito de la casi solitaria lucha (casi solitaria dentro del propio conjunto de la izquierda) de la Confluencia por Lima, la ultra derecha y la derecha no lograron su propósito de desaparecer del espectro político legal y democrático a la izquierda, conquistando el voto de más de 300 mil ciudadanos de nuestro pueblo; lo que pone los pelos de punta a ultra reaccionarios como Aldo M, que deseaba (como desgraciadamente también lo desearon algunos en la propia izquierda) que TD conseguir menos del 1%, como ya le sucedió a la izquierda varias veces no hace mucho tiempo.
Pero, es más. En el terreno de la realidad de la lucha social y política peruana actual y particularmente en Lima, si todas las organizaciones de izquierda y muchos compañeros como Guillermo Bermejo no se hubieran puesto de perfil, participando, más bien, enérgicamente en la campaña electoral desde el día siguiente del 17 de marzo, con todos sus cuadros, bases y recursos; con una más intensa difusión del símbolo y de todos los candidatos, cotidianamente de la mano con Susana Villarán, aquel resultado electoral hubiera sido considerablemente mayor para la izquierda y el progresismo que el alcanzado en tan adversas condiciones y enfrentando una práctica división interna. Hubiese sido cercano al 25% que ha mantenido Susana Villarán. Y eso que no estamos hablando ya de la posibilidad, no permitida, de una más amplia alianza con fuerzas democráticas de centro.
Tampoco se debe ocultar que ese 7.6% -que la izquierda no alcanzaba sola desde hacía muchos lustros- si tenemos en cuenta la situación concreta actual de las izquierdas, representa un respetable punto de llegada conquistado por la Confluencia por Lima y un significativo nuevo punto de partida para proseguir la lucha.
En ese sentido, los cuatro representantes ediles con los que hoy cuenta la Confluencia por Lima en la MML (Susana, el Teniente Alcalde, Marité y Lucho Garate) no es, como despectivamente señala Bermejo, “lo que quedó” por arte de magia ni como regalo de la derecha, sino una conquista muy esforzada ante grandes enemigos y a pesar de la falta de apoyo de muchos compañeros.
Superficial análisis sobre la Confluencia por Lima y de sus contradicciones internas En ese sentido, la información que Bermejo tiene y difunde sobre la campaña de la Confluencia por Lima es superficial, injusta y falsa. Se equivoca al señalar que todos se fueron a su casa luego de la elección de los candidatos, porque un importante número de compañeros libraron diariamente una esforzada y desigual lucha y con escasísimos recursos, sin tirar la toalla en ningún momento. Distinto es que otros compañeros negaran su concurso real y efectivo a la campaña. Y quienes sí luchamos, no solo realizamos las necesarias caminatas por el centro de Lima, que Bermejo desprecia, así como el combate a través de las redes sociales virtuales (faltándonos más bien mucho más por hacer en este importante instrumento) sino mediante el análisis y orientación cotidiana respecto a la compleja situación política y también realizando propaganda y organización en los conos de Lima, donde “por lógica elemental debería estar la izquierda” y no estuvieron compañeros que pensaron y actuaron como Bermejo.
En este punto, el subconsciente le hace una jugada a Bermejo, llevándolo a una reveladora incoherencia formal: “Ya la campaña en sí, fue terriblemente dirigida”, y las tareas electorales, supuestamente mal cumplidas, demostraron que en la Confluencia por Lima “no hay un estado mayor que sea suficientemente responsable para asumir retos como estos” (S/M) ya que tales expresiones de Guillermo expresan una flagrante contradicción dentro de su discurso, pasando de sermonearnos, primero, por haber participado en las elecciones complementarias a enseñarnos, después, cómo debimos participar de mejor manera; al mismo tiempo que se le escapa una inconsciente autocritica por no haber hecho él mismo campaña electoral, y bien hecha, y una crítica a los compañeros del sector de la Confluencia que se negó en los hechos a impulsar la campaña y “posicionar el símbolo”.
Evaluar la reciente lucha, alcanzar la unidad de las izquierdas y prepararnos para los futuros combates Hoy lo más urgente es alcanzar la unidad de la izquierda, de nuestro pueblo y de todas las mujeres y hombres de progreso para los combates que se vienen, en Lima sobre todo para seguir defendiendo y desarrollando el gobierno del poder logrado el 2010 en la MML, para impulsar las reformas que la ciudad requiere más allá del 2014 y, a apoyándonos también en ello, avanzar en la forja de una alternativa nacional al servicio de nuestro pueblo y nuestra Patria. Pero no se podrá lograr tal sin una necesaria evaluación política profunda de las últimas luchas y sobre todo del último proceso electoral. Por ello, este sábado 14 de diciembre, todos los hombres y mujeres de izquierda y de progreso de Lima debemos concurrir a la Casa del Maestro para participar democráticamente de dicha evaluación.
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