viernes, 21 de diciembre de 2012

Acuerdo II Encuentro: Situación Política y Nuestras Tareas



Situación política y nuestras tareas en Lima

El pueblo y las izquierdas luchan por el cambio

El Perú se encuentra en un momento histórico trascendental. En los últimos años el país ha experimentado un crecimiento económico positivo, pero este progreso material no se ha traducido en una distribución más equitativa del ingreso, lo cual ha profundizado las desigualdades sociales, los contrastes entre pobreza y riqueza; y los conflictos en todo el país. Para que el país progrese de manera segura y sostenida se necesita que haya más desarrollo humano y más justicia social.

El pueblo peruano, las izquierdas y las fuerzas progresistas venimos luchando por las grandes reformas que nos permitan construir una sociedad próspera y justa. Se derrotó al fujimorismo, símbolo de corrupción y antidemocracia, como resultado de una amplia movilización popular. Pero la transición democrática del año 2000 se relativizó porque no se realizaron las grandes reformas que la sociedad peruana requiere en el campo social, político y económico; expresión de esto es la mantención de la política económica neoliberal impuesta por el fujimorismo.

Sin embargo, la lucha social por el cambio ha estado presente en importantes jornadas populares y en los resultados electorales. En especial en las elecciones regionales y municipales del 2010 y en las elecciones generales del 2011. El pueblo votó por el cambio, el progreso y la democracia. Pero estas aspiraciones aún están insatisfechas en el plano nacional, las promesas electorales no se han cumplido según se esperaba; y por tanto, sigue vigente la lucha por unir a todas las fuerzas progresistas y populares para impulsar las grandes reformas que requiere la sociedad peruana.

La victoria popular en las elecciones municipales de Lima

La victoria de Susana Villarán y la Confluencia Fuerza Social en las elecciones municipales de Lima, en octubre del 2010, significó un avance popular. Una nueva propuesta desde la izquierda atrajo la adhesión de los sectores populares y contó con el voto mayoritario de los pobres. Este es el principal activo que tiene actualmente el espacio político de la Confluencia por Lima.

Así, la izquierda peruana tuvo dos grandes victorias en la capital, una fue en 1983 con Alfonso Barrantes Lingán; y otra ha sido en 2010 con Susana Villarán de la Puente. Esta experiencia victoriosa en Lima y avance de la gestión municipal tiene un gran impacto político en el país. Estamos frente a un hecho que tiene todavía un mayor significado debido al espíritu renovador con que nace, buscando remontar las formas tradicionales y excluyentes de hacer política en el Perú. Surge, además, con la decisión de poner por delante una propuesta programática para el desarrollo de la ciudad y de los pobres. Busca ser un factor de unidad y de reafirmación de la voluntad de asumir el gobierno de Lima como una estrategia para hacer realidad dicha propuesta.

Sin embargo, esta victoria que terminó con varios años de hegemonía de la derecha en la ciudad de Lima sorprendió a muchos; y nos colocó frente al desafío de gobernar la ciudad. Teníamos que enfrentar dos retos centrales de gran envergadura. Por un lado, desarrollar juntos el proceso de fortalecimiento de la organización política de la Confluencia, y por otro lado, y al mismo tiempo, conducir y llevar a buen puerto el gobierno de la capital del país.

La campaña por la revocatoria de la derecha corrupta y antidemocrática

Desde el día de la victoria popular en Lima, los grupos más conservadores y corruptos iniciaron la campaña por la revocatoria en contra de la alcaldesa Susana Villarán. Hoy son los grupos fujimoristas y un sector del aprismo, coludidos con el castañedismo y sectores ultra conservadores, los  que están detrás de esta campaña contra el gobierno democrático y progresista de la Municipalidad de Lima.

Además, detrás de esas expresiones políticas y sus operadores, están los intereses de grandes inmobiliarias y sectores del poder económico, que en la anterior administración de la ciudad de Lima, convirtieron la municipalidad en su botín, utilizando mecanismos informales y corruptos. Esto agudizó el caos, el desorden urbano y el desgobierno en la gestión de los principales servicios públicos. Se trata de una situación que la gestión actual de la Confluencia por Lima busca cambiar y hacer que nuestra ciudad progrese con orden y equidad. 

Estos grupos antidemocráticos y mafiosos lograron que el Jurado Nacional de Elecciones apruebe la consulta popular de revocatoria para el 17 de marzo de 2013. Esto coloca en grave riesgo de que las obras e inversiones se paralicen, de que haya caos en la ciudad, y de que el gasto de más de 200 millones de soles en esta consulta electoral solo sirva para generar el desgobierno contra el pueblo. 

Los paros de un sector de transportistas, en oposición a la reforma y modernización del transporte, y los sucesos en La Parada, en oposición al nuevo Mercado Mayorista de Santa Anita, donde se utilizó a delincuentes como fuerza de choque, alcanzaron niveles muy peligrosos de violencia. Esto ha marcado una tendencia a la polarización social y política en Lima, que se expresará en torno a la consulta de revocatoria. Nuestro papel como Confluencia es convocar a la más amplia coalición de fuerzas democráticas y progresistas en contra del caos y de la corrupción para que el 17 de marzo triunfe el NO.

La estrategia para las reformas que Lima requiere

Las reformas que impulsa la Municipalidad de Lima no sólo representan progresos materiales, sino también son avances culturales e institucionales de gran valor social. A diferencia de la gestión de Castañeda, que tenía una visión de “fierro y cemento” sobre el desarrollo de Lima, la gestión de Susana Villarán, tiene una visión más humana e integral del desarrollo, que articula el progreso material con aspectos esenciales de la cultura y la ética, colocando en primer lugar a la persona humana.

El interés por la gente, por su bienestar, sus costumbres y cultura, marca la diferencia de la actual gestión metropolitana. Las reformas en marcha tienen una dimensión de mediano y largo plazo, porque además de promover cambios materiales, incentiva cambios culturales, que nos permiten construir todos los días una ciudad más desarrollada,  moderna, democrática e inclusiva.

Por eso, las reformas están provocando múltiples resistencias, porque inevitablemente afectan a varios sectores sociales enganchados a formas económicas y sociales menos desarrolladas y envueltas en la informalidad. En la lucha por modernizar y democratizar la ciudad, es necesario incluir a los sectores emergentes y a los sectores sociales más pobres, que hoy se sienten afectados por la reformas. Hay que tomar conciencia que este proceso nos enfrenta a un modelo neoliberal injusto, que exige un tratamiento de acuerdo a la realidad, sin caer en voluntarismos de ninguna naturaleza, que a la larga sólo terminan por afectar el proceso de las reformas, y hoy de manera particular, atentan contra las posibilidades de mantener el gobierno de las fuerzas progresistas en la Municipalidad de Lima.

Lineamientos políticos de la campaña contra la revocatoria

Ante la actual situación política en que los grupos mafiosos buscan recuperar el control de la ciudad, se trata de generar una alternativa que surja desde la organización y lucha de las fuerzas populares. En el 2010 y el 2011 el pueblo peruano votó por el cambio; y la lucha por los cambios, por las grandes reformas, continua en todo el país. En Lima, la ciudad más importante de nuestra patria, esta lucha tiene una enorme importancia estratégica y táctica. Si vencemos a las fuerzas conservadoras y si tenemos éxito en la gestión, se abrirán nuevas posibilidades para retomar la lucha por la victoria de las fuerzas progresistas.

El pueblo de Lima quiere un cambio profundo en sus condiciones y calidad de vida. Se exige un cambio de la política económica neoliberal. No solo se trata de tener crecimiento, sino también que haya un efectivo desarrollo humano para acabar con las injusticias. La lucha actual es por un país y una ciudad desarrollada, democrática y solidaria. Para esto, debemos contribuir al fortalecimiento de las organizaciones populares y de una opción política renovada y de izquierda democrática.

Hoy es más necesaria la unidad política para promover el cambio social y para defender la gestión municipal, derrotando definitivamente los intentos de revocatoria el 17 de marzo de 2013. Es en este contexto que debe fortalecerse y relanzarse la Confluencia por Lima. Por esto, se requiere avanzar desde la experiencia y el debate en un programa metropolitano y nacional para el desarrollo de Lima y del Perú.

Lineamientos de organización para la Confluencia por Lima

Luego de un periodo de preparación, el 31 de marzo de 2012 se realizó el Primer Encuentro de Dirigentes de Partidos de la Confluencia Metropolitana de Lima. Asistieron más de 550 dirigentes de todos los distritos de la ciudad, y además, participaron líderes de otras organizaciones, tanto políticas como sociales, interesados en dialogar y aportar en la organización de este espacio de la izquierda democrática. Ahora, tenemos la tarea de pasar a un nuevo nivel, para cumplir las grandes responsabilidades históricas y políticas de darle continuidad a la gestión progresista que venimos cumpliendo bajo el liderazgo de la c. Susana Villarán.

Hemos conformado el Comité Promotor Metropolitano para relanzar la Confluencia por Lima. Hemos realizado cuatro Encuentros exitosos en las Limas, movilizando a más de mil compañeros. Constituimos los Comités Promotores en las cuatro Limas y se van constituyendo Comités Promotores en los principales distritos. Se vienen integrado nuevas fuerzas políticas progresistas y de izquierda a la Confluencia por Lima y ahora llevamos a cabo nuestro II Encuentro Metropolitano.

La organización y funcionamiento de la Confluencia por Lima debe seguir una línea de mayor institucionalización, es decir, de aprobación y cumplimiento de normas democráticas que impulsen su desarrollo político. Sin embargo, la Confluencia también debe realizar una convocatoria amplia, más allá de los partidos políticos, a los ciudadanos que buscan el cambio de sus distritos y de la ciudad; y quieren comprometerse en un proyecto de cambio social y cultural.

La organización y la elaboración de propuestas, en particular de planes de gobierno distrital, tienen que gestarse desde abajo; es decir, desde las bases de la sociedad y de las organizaciones sociales y políticas. Con esta mirada se trata de organizar la Confluencia en todas las Limas de la metrópoli (Sur, Norte, Centro y Este), promoviendo sobre todo la participación de la juventud y de auténticos líderes sociales; y recogiendo las justas demandas de las organizaciones sociales.

La Confluencia por Lima debe proyectarse en términos políticos y organizativos más allá de lo municipal. Tiene que buscar el fortalecimiento del tejido organizativo de la sociedad; y caminar con los pobladores apoyando en la resolución de sus problemas de vida y de búsqueda de progreso, para lo cual es un instrumento muy importante contar con una gestión municipal que esté comprometida con este objetivo. La relación de la Confluencia con el movimiento social y sus organizaciones es crucial para consolidar el enraizamiento en el pueblo y crecer respetando las identidades de las personas y de los grupos. La relación con la Coordinadora Ciudadana por Lima, expresión de articulación del movimiento social organizado, tiene que ser fraterna y respetuosa de sus instancias,  contribuyendo a su fortalecimiento y desarrollando una mutua cooperación. 

Para construir la Confluencia desde las bases una tarea fundamental es formar dirigentes, líderes y gobernantes, tanto políticos como gestores. Para afirmar esta tarea es preciso responder con mayor precisión a lo que buscamos y queremos para nuestra ciudad. Esta búsqueda y respuesta es una tarea programática que se enlaza con la tarea de formación y organización. Estos avances darán mayor fuerza e institucionalidad a la Confluencia por Lima.

El contenido político de la confrontación del 17 de marzo y nuestras tareas

La consulta electoral de revocatoria del 17 de marzo de 2013 será como una segunda vuelta para la Confluencia. Será en su forma un plebiscito sobre la gestión de la alcaldesa Susana Villarán. El centro del debate que marcará la cancha estará en decidir entre las reformas que nos proyectan al futuro como una ciudad más justa, moderna y civilizada, o mantener la situación que nos impide progresar y nos tiene en el atraso. Estará en la discusión si construimos una ciudad con normas de convivencia social y cultural más democráticas y justas, o someternos a formas autoritarias y anti democráticas del pasado. Estará en el debate la forma de actuar en la función pública basada en la honestidad o con respaldo en la corrupción.

El objetivo central de la campaña contra la revocatoria es lograr la victoria del NO el 17 de marzo, construyendo cientos de Comités por el NO, amplios y plurales, en todos los distritos de Lima; organizando a 30,000 personeros; y derrotando en las urnas a los revocadores y a los reaccionarios que los alientan; defendiendo la permanencia del gobierno municipal de la Confluencia liderada por Susana Villarán, para continuar y  profundizar las reformas que hoy se desarrollan en Lima.

Con este propósito es necesario unir y  movilizar a todas las fuerzas democráticas y progresistas de la ciudad, porque está también en juego el destino del pueblo y de Lima. Se trata de tejer la más amplia unidad de acción de las fuerzas sociales, culturales y políticas que nos permita movilizar a todos los ciudadanos dispuestos a defender los cambios que Lima necesita, para mejorar la calidad de vida, la seguridad ciudadana, para profundizar la lucha contra la corrupción y la impunidad, para seguir con las reformas y defender a la Municipalidad de Lima como un baluarte central de la democracia en el país.


09 de Diciembre 2012

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