domingo, 22 de diciembre de 2013
TODOS AL PLANTÓN DE PROTESTA ANTE EL JNE
TODOS AL PLANTON DE PROTESTA ANTE EL JNE, EL LUNES 23 DE DICIEMBRE, PRE CONCENTRACION 10 AM. PLAZA SAN MARTÍN
NO AL ATENTADO CONTRA LA GOBERNABILIDAD DE LIMA
Abajo la destitución del Teniente Alcalde Hernán Nan Nuñez
JEE Lima Centro Verguenza Nacional.
NO AL ATENTADO CONTRA LA GOBERNABILIDAD DE LIMA
Abajo la destitución del Teniente Alcalde Hernán Nan Nuñez
JEE Lima Centro Verguenza Nacional.
ATENTADO CONTRA EL TENIENTE ALCALDE Y LA GOBERNABILIDAD DE LIMA NO PASARÁ
Considerando la gravedad de la situación generada por la proclamación de los resultados de las elecciones del 24 de noviembre y la nueva composición del Concejo Provincial de Lima realizado por el JEE Lima Centro, en la cual se pone a JAIME ZEA del PPC como primer regidor, y por tanto como Teniente Alcalde, configurándose de facto una destitución del actual Teniente Alcalde Hernán Núñez, creándose una situación de ingobernabilidad de la ciudad de Lima;
Se resolvió las siguientes tareas, que deben ser impulsadas por todos los comités de la Confluenciaxlima San Juan de Miraflores por Lima y toda la red de las organizaciones sociales y cívicas que viene respaldando a la gestión de la Alcaldesa Susana Villarán.
TAREAS
1. Impulsar un amplio movimiento ciudadano en rechazo a la disposición del JEE Lima Centro que entrega la Teniente Alcaldía a la oposición, y en defensa de la gobernabilidad de Lima.
2. Preparar Memoriales dirigidos al JNE expresando nuestra protesta y exigiendo que se deje sin efecto la arbitraria e ilegal disposición emitida por dicho Jurado EE Lima Centro. Hacer correr firmas de los memoriales, comprometiendo a las organizaciones sociales de diverso tipo y a la diversas colectividades de ciudadanos y personalidades. Estos memoriales deben entregarse ante el JNE el día Lunes 23 de diciembre.
3. Preparar Cartas de Solidaridad y Respaldo a la Alcaldesa Susana Villarán y al Teniente Alcalde Hernán Núñez. Entregar esta Cartas a la Municipalidad de Lima el día Lunes 23 de diciembre.
4. Organizar la movilización ciudadana, la entrega de las cartas y los memoriales el día Lunes 23 de diciembre, en el siguiente orden o cronograma:
a) Lima Centro y Lima Sur : De 9 am a 13 pm.
b) Lima Norte y Lima Este: De 13 pm a 5:30 pm.
5. Convocar a un PLANTÓN frente al Local del JNE (Colmena con Lampa) a las 10 am. Convocar a a prensa y a todos los medios para su amplia difusión. Este será la actividad central de mayor esfuerzo y convocatoria.
6. Preparar paneles y colocarlos el día Lunes 23 de diciembre, entre las 7 am y las 8:30 am, en los principales paraderos de alta concurrencia, con los siguientes lemas:
Jurado Electoral Especial Lima Centro destituye al Teniente Alcalde
NO AL ATENTADO CONTRA LA GOBERNABILIDAD DE LIMA
JEE Lima Centro, vergüenza nacional
7. En donde es posible hacer pintas
8: Promover una corriente de opinión de diversas personalidades, juristas, constitucionalistas, abriendo espacio en los medios para sensibilizar a la población,
9. Impulsar y promover una intensa campaña en las redes sociales.
10. Promover un pronunciamiento favorable de los partidos firmantes del Acuerdo por Lima, en defensa de la institucionalidad democrática y la gobernabilidad de Lima.
11. Los Comités de la Confluencia por Lima deben declararse en reunión permanente, para asumir todas las tareas de esta nueva batalla política
Se les hace un llamado a todos los dirigentes del Comité Promotor Metropolitano, a los dirigentes de los Comités Distritales de la Confluencia por Lima, a asumir con mucha conciencia y responsabilidad estas tareas,porque está en curso nuevas maniobras de las fuerzas anti democráticas, que buscan revocar ahora al Teniente Alcalde, y luego si esto prospera, tenerla de rehén a la Alcaldesa Susana Villarán, atándola de pies y manos, preparando incluso su vacancia para el próximo año 2014
martes, 10 de diciembre de 2013
David Aguinaga: CRÓNICA DE UNA INVITACIÓN A CAPITULAR ANTE LOS REVOCADORES
CRÓNICA DE UNA INVITACIÓN A CAPITULAR ANTE LOS REVOCADORES
Redactado por David Aguinaga Carrión
07-12-13
“La izquierda no entendió el mensaje de marzo. La gente no quería ir a votar y en lugar de posicionarse en la idea del blanco y viciado, o del ausentismo también, (S/M) fue como oveja al sacrificio y cayó en la emboscada que los revocadores, ausentes ayer, querían.” “Ahora le toca a Susana y lo que le quede de regidores procurar algunas alianzas que le permitan llevar en piloto automático la gestión hasta
que termine. Pero estamos también a las puertas del circo que armaran los regidores de la derecha, para que su boicot a la gestión culmine con el destierro de la izquierda del Municipio en las próximas elecciones ediles.” “Pensé que eso lo teníamos claro. Ahora queda la duda de si es que habremos aprendido la lección.” “A ver si aprendemos a responder como se debe.”
De “Crónica de una derrota anunciada”, de Guillermo Bermejo.
Bajo el título de “Crónica de una derrota anunciada”, se encuentra circulando crecientemente en algunas redes virtuales un artículo de Guillermo Bermejo sobre los resultados de las elecciones complementarias del 24 de noviembre en Lima; artículo que se caracteriza centralmente por estar dirigido contra la participación electoral de la Confluencia por Lima y en el cual, de manera explícita y directa, se sugiere a posteriori la abstención electoral de la izquierda. En la medida que no solo Bermejo sino otros más vienen también difundiendo esta propuesta capituladora y desorganizadora, y como el que calla otorga, nos vemos en la obligación de contestarla.
Capitulación ante los revocadores, disfrazada de radicalismo Con más arrogancia que análisis concreto del conjunto de la situación socio política de la última coyuntura electoral y sin ningún esfuerzo por un conocimiento objetivo del proceso de participación electoral de la Confluencia por Lima y sus contradicciones internas, Guillermo Bermejo lanza una serie de sentencias abstencionistas, mediante las cuales pretende convencernos de que la Confluencia por Lima no debió participar en tales elecciones.
Es más. En su “Crónica …”, Bermejo lleva a su extremo la actitud vacilante y ausente de una parte de partidos formalmente participantes en la Confluencia por Lima y en su última campaña electoral, quienes dudando primero sobre si se debía participar o no en las complementarias y luego aceptando hacerlo solo de manera formal, en los hechos brillaron por su ausencia en la efectiva realización de la campaña. La lleva a su extremo porque, a diferencia de otros, que solo en términos prácticos sustrajeron su participación, Bermejo lo hace explícitamente, con todas sus letras, censurando a la Confluencia por Lima por haber participado en la batalla electoral.
De esta manera, al promover la abstención de la izquierda en la contienda política de esa hija de la revocatoria que fue la elección complementaria en Lima, la prédica de nuestro articulista -no sé si plenamente consciente de ello- se pone enteramente al servicio de los objetivos de los revocadores, que buscaron desaparecer de la gestión de la MML cualquier rasgo de izquierda.
El mensaje del 17 de marzo del 2013
Para Bermejo, el objetivo de los revocadores fue “tumbarse como sea a Susana y solo a ella” y no barrer del gobierno de la ciudad de Lima al conjunto de la izquierda y el progresismo (con todos sus regidores) y con ello, toda posibilidad de que la izquierda y el progresismo puedan seguir avanzando hacia el gobierno nacional. Bermejo no reflexiona, aunque sea un poco, que a pesar del enorme esfuerzo de las fuerzas democráticas y progresistas por el triunfo del NO en la revocatoria, esta lucha solo pulo lograr mantener a Susana, pero perdimos a casi todos nuestros regidores y, por lo tanto, el nuevo objetivo complementario de los revocadores y de toda la derecha era completar su faena, impidiendo a como de lugar que la izquierda diera una exitosa batalla en el detestable pero inevitable proceso electoral de noviembre 2013.
Por eso que para Bermejo, “el mensaje de marzo” no fue la defensa de la cuota de poder de la izquierda y el progresismo en la MML, mediante la más amplia unidad posible de las fuerzas democráticas y progresistas para seguir impulsando las reformas que Lima necesita, sobre todo al servicio del pueblo y en intensa y desigual lucha contra los revocadores y los que los apoyan, que, repetimos, buscaban y buscan barrer definitiva y totalmente a la izquierda (y no solo “a Susana y solo a ella”) de la MML y de toda la vida política nacional, para seguir medrando de la Municipalidad y utilizarla como plataforma para retomar el gobierno nacional. Por el contrario, argumentando Bermejo que “la gente” -así en general- no quería ir a votar en las tramposas elecciones propiciadas por los revocadores (a pesar que, como demostraron los comicios del 24 de noviembre, “la gente” que votó por el PPC sí quiso militantemente ir a votar con mucho instinto y disciplina de clase, incluyendo votos del fujimorismo y del APRA) entonces, “el mensaje de marzo”, según Bermejo, habría sido que la izquierda diera un paso al costado, permitiendo que solo la derecha participe en las complementarias, para que así los revocadores completen su faena de marzo, dejando sola a Susana, a merced de la derecha y la ultraderecha.
Y cuando despectivamente Bermejo ningunea: “Ahora le toca a Susana y lo que le quede (S/M) de regidores procurar algunas alianzas que le permitan llevar en piloto automático la gestión hasta que termine”, en el contexto de las ideas y sentimientos vertidos en su artículo, aquella “constatación” no representa ninguna crítica dirigida a los revocadores o al PPC, ya que dentro de su lógica solo se lo puede entender como el eco de la presión de los revocadores: que Susana se vaya, que renuncie o que sea vacada; cuestión que el propio PPC también ha promovido en varias oportunidades. En síntesis, para Bermejo “el mensaje de marzo” fue que la izquierda no intente candidatear en noviembre y que Susana y toda la izquierda se vayan a su casa. Capitulación en toda la línea, más allá de cualquier radicalismo verbal. “Pensé que eso lo teníamos claro. Ahora queda la duda de si habremos aprendido la lección.”
Quiénes son las verdaderas mansas ovejas rumbo al sacrificio Contrariamente a la lógica de Bermejo, marchar como mansa “oveja al sacrificio” hubiese sido más bien abstenerse de participar en las elecciones complementarias, permitiendo de esa vergonzosa manera abstencionista que solo la derecha y hasta el centro obtengan representantes ediles en la MML. Políticamente, ello hubiera representado reconocer impotencia, incapacidad y espíritu de derrota anticipada, disfrazada de radicalismo y purismo, ante el conjunto de la sociedad, nuestro propio pueblo y los militantes y simpatizantes de izquierda, llevándolos a la desmoralización y promoviendo la dispersión y el rompan filas; que en el fondo es trabajar para engrosar las filas de la derecha, la extrema derecha y también de los partidos de centro.
Porque la única manera coherente y políticamente efectiva de no participar en las recientes elecciones complementarias hubiese sido, en presencia de condiciones favorables, agrupar, engrosar, organizar y movilizar las filas del descontento de sectores de la población ante este proceso electoral impuesto por la reacción revocadora, para boicotear estas elecciones tramposas, marchando directamente a las elecciones municipales del 2014, fortalecidos con tal hipotética lucha. Pero, ni siquiera con la importante lucha de sectores democráticos contra la repartija, tales condiciones favorables se generaron ni ningún Guillermo Bermejo impulsó seriamente tal posibilidad y ni siquiera la formuló públicamente. Todo lo demás es palabrería anarquista, susto ante los revocadores, temor a la participación electoral, disfrazada de radicalismo y la vieja idea, de esa misma naturaleza, de que se puede forjar y fortalecer un movimiento de izquierda en un invernadero, fuera de las luchas reales que plantea la vida. Y la vida nos planteó a todos en Lima, desde el 17 de marzo del 2013, la lucha política en las elecciones complementarias. Bermejo y otros, se corrieron.
Significado del 7.6% de la Confluencia por Lima (TD)
Es una elemental constatación que reconocemos objetivamente, que el 24 de noviembre el conjunto de la izquierda y el progresismo, representados en esta oportunidad por la Confluencia por Lima y bajo el símbolo de TD, sufrimos una derrota electoral en las complementarias municipales de Lima, no consiguiendo atraer los votos de muchos centenares de miles de ciudadanos que simpatizan con las reformas de la gestión municipal encabezada por Susana Villarán, por falta de una mayor campaña. Pero debe representar tambien una elemental constatación de toda la izquierda asumir objetiva y explícitamente que, en mérito de la casi solitaria lucha (casi solitaria dentro del propio conjunto de la izquierda) de la Confluencia por Lima, la ultra derecha y la derecha no lograron su propósito de desaparecer del espectro político legal y democrático a la izquierda, conquistando el voto de más de 300 mil ciudadanos de nuestro pueblo; lo que pone los pelos de punta a ultra reaccionarios como Aldo M, que deseaba (como desgraciadamente también lo desearon algunos en la propia izquierda) que TD conseguir menos del 1%, como ya le sucedió a la izquierda varias veces no hace mucho tiempo.
Pero, es más. En el terreno de la realidad de la lucha social y política peruana actual y particularmente en Lima, si todas las organizaciones de izquierda y muchos compañeros como Guillermo Bermejo no se hubieran puesto de perfil, participando, más bien, enérgicamente en la campaña electoral desde el día siguiente del 17 de marzo, con todos sus cuadros, bases y recursos; con una más intensa difusión del símbolo y de todos los candidatos, cotidianamente de la mano con Susana Villarán, aquel resultado electoral hubiera sido considerablemente mayor para la izquierda y el progresismo que el alcanzado en tan adversas condiciones y enfrentando una práctica división interna. Hubiese sido cercano al 25% que ha mantenido Susana Villarán. Y eso que no estamos hablando ya de la posibilidad, no permitida, de una más amplia alianza con fuerzas democráticas de centro.
Tampoco se debe ocultar que ese 7.6% -que la izquierda no alcanzaba sola desde hacía muchos lustros- si tenemos en cuenta la situación concreta actual de las izquierdas, representa un respetable punto de llegada conquistado por la Confluencia por Lima y un significativo nuevo punto de partida para proseguir la lucha.
En ese sentido, los cuatro representantes ediles con los que hoy cuenta la Confluencia por Lima en la MML (Susana, el Teniente Alcalde, Marité y Lucho Garate) no es, como despectivamente señala Bermejo, “lo que quedó” por arte de magia ni como regalo de la derecha, sino una conquista muy esforzada ante grandes enemigos y a pesar de la falta de apoyo de muchos compañeros.
Superficial análisis sobre la Confluencia por Lima y de sus contradicciones internas En ese sentido, la información que Bermejo tiene y difunde sobre la campaña de la Confluencia por Lima es superficial, injusta y falsa. Se equivoca al señalar que todos se fueron a su casa luego de la elección de los candidatos, porque un importante número de compañeros libraron diariamente una esforzada y desigual lucha y con escasísimos recursos, sin tirar la toalla en ningún momento. Distinto es que otros compañeros negaran su concurso real y efectivo a la campaña. Y quienes sí luchamos, no solo realizamos las necesarias caminatas por el centro de Lima, que Bermejo desprecia, así como el combate a través de las redes sociales virtuales (faltándonos más bien mucho más por hacer en este importante instrumento) sino mediante el análisis y orientación cotidiana respecto a la compleja situación política y también realizando propaganda y organización en los conos de Lima, donde “por lógica elemental debería estar la izquierda” y no estuvieron compañeros que pensaron y actuaron como Bermejo.
En este punto, el subconsciente le hace una jugada a Bermejo, llevándolo a una reveladora incoherencia formal: “Ya la campaña en sí, fue terriblemente dirigida”, y las tareas electorales, supuestamente mal cumplidas, demostraron que en la Confluencia por Lima “no hay un estado mayor que sea suficientemente responsable para asumir retos como estos” (S/M) ya que tales expresiones de Guillermo expresan una flagrante contradicción dentro de su discurso, pasando de sermonearnos, primero, por haber participado en las elecciones complementarias a enseñarnos, después, cómo debimos participar de mejor manera; al mismo tiempo que se le escapa una inconsciente autocritica por no haber hecho él mismo campaña electoral, y bien hecha, y una crítica a los compañeros del sector de la Confluencia que se negó en los hechos a impulsar la campaña y “posicionar el símbolo”.
Evaluar la reciente lucha, alcanzar la unidad de las izquierdas y prepararnos para los futuros combates Hoy lo más urgente es alcanzar la unidad de la izquierda, de nuestro pueblo y de todas las mujeres y hombres de progreso para los combates que se vienen, en Lima sobre todo para seguir defendiendo y desarrollando el gobierno del poder logrado el 2010 en la MML, para impulsar las reformas que la ciudad requiere más allá del 2014 y, a apoyándonos también en ello, avanzar en la forja de una alternativa nacional al servicio de nuestro pueblo y nuestra Patria. Pero no se podrá lograr tal sin una necesaria evaluación política profunda de las últimas luchas y sobre todo del último proceso electoral. Por ello, este sábado 14 de diciembre, todos los hombres y mujeres de izquierda y de progreso de Lima debemos concurrir a la Casa del Maestro para participar democráticamente de dicha evaluación.
Guillermo Bermejo: Lima, la izquierda y las elecciones de noviembre
Cuando se dieron los resultados del proceso de revocatoria, le comente a todos los compañeros y amigos que mi idea era que se votara viciado para noviembre.
Era una forma de decirle, que el triunfo con yaya de Villaran, debía coronar con un váyanse al carajo con el daño que le quisieron hacer a la ciudad y que se quedaran postulando en soledad l os partidos de la derecha que les interesa retomar el Municipio de la capital, para que vuelvan los faenones.
Ciertamente, me gano el idealismo y olvide que también en la izquierda hay apetitos electorales.
Así que aceptando que se participara este 24 de noviembre, supuse que ganaría el sentido común y se les daría continuidad a los regidores que ingresaron por los revocados, en la lista. Y otra vez, me equivoque.
No puedo negar que este novedoso ejercicio de “un militante un voto” democratiza la elección de candidatos, pero me pareció innecesario en un escenario como este, donde los que entren, cuando terminen de entender como es la chamba, se estarán despidiendo de la gestión también.
Lo cierto es que los distintos grupos y partidos se agitaron mucho en esta elección de candidatos, (hubo insinuaciones y hasta insultos de lado y lado) y esto nos dice, de que las próximas elecciones internas de nuestra izquierda serán batallas campales, ya que los cargos a representar serán más duraderos y de mayor importancia.
Lo curioso es que una vez hecha la lista el fervor de aquellos días se termino. Hoy a menos de un mes de las elecciones de noviembre, en concreto, no hay campaña. El símbolo a marcar es más desconocido que el Perú en los mundiales y solo vemos “pal feis” y pequeños grupos dando vuelta por Plaza San Martín.
Parece que lo importante para todas las organizaciones la cosa era ganar la pulseada dentro de la izquierda y nada más. Porque no puedo entender como luego de decir que representaban barrios, sindicatos y demás, ahora no se vea absolutamente nada en las calles.
Mientras tanto la derecha ya saco a sus asalariados a repartir volantes y regalar en todas las esquinas.
Da la que no hemos aprendido la lección de la revocatoria. Seguimos con la cantaleta, que es mentira además, que desde la comandancia central vendrán las órdenes que lograran el triunfo. Nuestras izquierdas son tantas y tan diversas en sus formas de hacer política, que es imposible que las quieran poner al mando de alguien en particular.
Seguir creyendo en eso, de que las distritales se dirigirán desde “los locales partidarios de la confluencia” da un poco de risa y bastante fastidio, pues en su mayoría esos locales no existen.
Para el triunfo de Susana, como para vencer en la revocatoria y como lo que le ha costado a la izquierda, la militancia sacrificada es la clave. Podemos tener buenos candidatos, excelentes filósofos y analistas, pero sin el caminar por los barrios nada se lograra en la capital, en una votación como esta, odiada por mayoría de la población.
Ya que se decidió participar en este proceso, se debería entender el mismo como un referéndum de aprobación a la gestión y por lo tanto trabajar con seriedad la campaña. Ya sabemos que no habrá forma de salir airosos de este proceso. Habría que sacar por arriba de 95% para tener mayoría en el consejo nuevamente y eso no pasara.
Pero el objetivo al menos debería ser ganar las elecciones con más de la mitad de los votos. Y esos no se consiguen con trabajar por las redes nomas o dando vuelta por el Centro Histórico o dando entrevistas a medios que si nos dan 2 minutos le facilitan al enemigo 20 veces más.
Necesitamos de ese ejército de voluntades que se rebelaron contra la lógica de “excepto los medios todo es ilusión”, que entendió que los memes no alcanzaban y comenzaron a ir a los conos, sin necesitar de artistas o deportistas consagrados, sin desmerecer su participación, donde está la mayoría de la población a hacerle entender que no podían dejarse engañar por una campaña asquerosa direccionada por toda la escoria mafiosa que le robo a y al país
De esos irreverentes necesitamos en estas tres semanas que quedan para derrotar a la derecha mafiosa nuevamente. Para que todos sigan sabiendo que esta gestión que tiene las limpias y trabaja duro es de izquierda.
Por la izquierda y desde abajo, oigo decir a todos desde todas las izquierdas. Hagamos de esa frase algo más que un nuevo cliché. Hagamos que se haga de y hueso.
Hasta la Victoria Siempre
Guillermo Bermejo Rojas
Luis Gárate: LA IMPARABLE DISPUTA POR LIMA
Aporte para el balance de las elecciones del 24 noviembre
Repensando las cosas tras las elecciones del 24 de noviembre
Por: Luis Gárate*
Tras los resultados de las elecciones complementarias de regidores de Lima se ha abierto un cruce de opiniones en torno a las consecuencias políticas para la gestión de Susana Villarán y la izquierda.
Estos resultados merecen una seria reflexión, tanto colectiva como personal. Ahora lo hago como partícipe de este proceso, en mi calidad de actual regidor metropolitano, candidato y militante de una de las principales organizaciones políticas que son parte de la Confluencia por Lima, el Movimiento de Afirmación Social.
Considero que no se puede hablar de una victoria, pues el resultado de 7,6 por ciento, que ha traído la reducción a 3 regidores no puede ser visto como tal. Sin embargo hay que resaltar que en los primeros sondeos de opinión, la lista de Tierra y Dignidad (TD) presentaba cifras mucho menores (¡como 0,8 por ciento!).En pocas semanas, con un símbolo casi desconocido y una logística muy precaria, pudimos llegar a los resultados ya conocidos.
Este resultado, siendo muy modesto, fue lo que se pudo lograr, el producto del trabajo esforzado de la mayoríade miembros de la lista de candidatos, así como del esfuerzoincansable de los y las militantes de base, los de la Confluencia y sus partidos, así como muchos activistas independientes y simpatizantes que no están inmersos en los debates ideológicos o negociaciones, losque mantienen la esperanza en un gobierno popular que resuelva los principales problemas de los siempre postergados.
Si bien algunas fuerzas han salido favorecidas, como el PPC y Somos Perú, tampoco pueden cantar victoria pues entre los votos nulos y las abstenciones suman un 38 % del electorado de Lima, lo que muestra un alto rechazo ciudadano a lo que significó esta elección como última etapa de la revocatoria.
Hay que señalar que como candidatos no sentimos un apoyo decidido, tanto desde todos los miembros de la gestión municipal, así como de los mismos partidos de la Confluencia. Podríamos decir, aunque con riesgo de especular, que una participación mayor y más centralizada de estos actores, como sucedió en la revocatoria, hubiera permitido mejores resultados.
Hay realidades que debemos analizar con frialdad. Después de la revocatoria y con el retiro de 20 de los 21 regidores de la Confluencia,la bancada pasó a ser la primera minoría con 17 regidores. Nos vimos entonces obligados a llegar a entendimientos con regidores de bancadas como Restauración Nacional, Perú Posible y Siempre Unidos, no en base a coincidencias ideológicas o principistas, sino a la necesidad de sacar adelante acuerdos importantes sobre las reformas y programas impulsados por la gestión de Lima.
Ahora siendo 3 regidores de la Confluencia, nos vemos en la necesidad de tender máspuentes y concertar con los sectores que la ciudad ha decido poner en el Concejo. Conociendo que el PPC es una fuerza que después de la revocatoria marcó distancia de la gestión y está en una abierta confrontación, necesitamos tener entendimientos con sectores como los antes mencionados, con los regidores de Somos Perú, Perú Posible, Acción Popular, Siempre Unidos, Restauración y del Partido Humanista.
En eventos de la Confluencia previos a las elecciones, algunos sectores de la izquierda plantearon que hablar de una alianza política con grupos como el Humanismo o Perú Posible serían una suerte de “traición”, por el pasado de estas organizaciones vinculados al Baguazoy a denuncias de corrupción. Todos hechos que debemos reprobar. Sin embargo hoy la realidad política del Concejo que nos ha dado Lima, nos fuerza a llegar a entendimientos políticos concretos con estos sectores para avanzar con el Acuerdo de ancha base de 10 puntos y así continuar las reformas.
Si bien son importantes los balances, no hay mucho tiempo para evaluar el rol de la izquierda en lo que resta de la gestión. Entramos en un nuevo contexto electoral rumbo al 2014 y debemos estar claros en nuestra ubicación respecto a lo bueno y lo malo de la gestión municipal. Hay que pedir un mayor acercamiento de Susana y la gestión a la Confluencia, así como una posición más definida de los izquierdistas.
La izquierda en Lima no puede estar ausente del debate de las reformas iniciadas por la Municipalidad ni de un debate programáticoclaro sobre el presente y futuro de la ciudad. Debemos ser los abanderados del Acuerdo de ancha base, hay que seguir planteando las críticas, siempre necesarias y las propuestas alternativas. Lo que no podemos hacer es dejarle en bandeja el gobierno de Lima a las derechas y los sectores que quieren imponer su agenda a partir dela mentira, el chantaje y el obstruccionismo.
*Regidor metropolitano de Lima y militante del MAS
Repensando las cosas tras las elecciones del 24 de noviembre
Por: Luis Gárate*
Tras los resultados de las elecciones complementarias de regidores de Lima se ha abierto un cruce de opiniones en torno a las consecuencias políticas para la gestión de Susana Villarán y la izquierda.
Estos resultados merecen una seria reflexión, tanto colectiva como personal. Ahora lo hago como partícipe de este proceso, en mi calidad de actual regidor metropolitano, candidato y militante de una de las principales organizaciones políticas que son parte de la Confluencia por Lima, el Movimiento de Afirmación Social.
Considero que no se puede hablar de una victoria, pues el resultado de 7,6 por ciento, que ha traído la reducción a 3 regidores no puede ser visto como tal. Sin embargo hay que resaltar que en los primeros sondeos de opinión, la lista de Tierra y Dignidad (TD) presentaba cifras mucho menores (¡como 0,8 por ciento!).En pocas semanas, con un símbolo casi desconocido y una logística muy precaria, pudimos llegar a los resultados ya conocidos.
Este resultado, siendo muy modesto, fue lo que se pudo lograr, el producto del trabajo esforzado de la mayoríade miembros de la lista de candidatos, así como del esfuerzoincansable de los y las militantes de base, los de la Confluencia y sus partidos, así como muchos activistas independientes y simpatizantes que no están inmersos en los debates ideológicos o negociaciones, losque mantienen la esperanza en un gobierno popular que resuelva los principales problemas de los siempre postergados.
Si bien algunas fuerzas han salido favorecidas, como el PPC y Somos Perú, tampoco pueden cantar victoria pues entre los votos nulos y las abstenciones suman un 38 % del electorado de Lima, lo que muestra un alto rechazo ciudadano a lo que significó esta elección como última etapa de la revocatoria.
Hay que señalar que como candidatos no sentimos un apoyo decidido, tanto desde todos los miembros de la gestión municipal, así como de los mismos partidos de la Confluencia. Podríamos decir, aunque con riesgo de especular, que una participación mayor y más centralizada de estos actores, como sucedió en la revocatoria, hubiera permitido mejores resultados.
Hay realidades que debemos analizar con frialdad. Después de la revocatoria y con el retiro de 20 de los 21 regidores de la Confluencia,la bancada pasó a ser la primera minoría con 17 regidores. Nos vimos entonces obligados a llegar a entendimientos con regidores de bancadas como Restauración Nacional, Perú Posible y Siempre Unidos, no en base a coincidencias ideológicas o principistas, sino a la necesidad de sacar adelante acuerdos importantes sobre las reformas y programas impulsados por la gestión de Lima.
Ahora siendo 3 regidores de la Confluencia, nos vemos en la necesidad de tender máspuentes y concertar con los sectores que la ciudad ha decido poner en el Concejo. Conociendo que el PPC es una fuerza que después de la revocatoria marcó distancia de la gestión y está en una abierta confrontación, necesitamos tener entendimientos con sectores como los antes mencionados, con los regidores de Somos Perú, Perú Posible, Acción Popular, Siempre Unidos, Restauración y del Partido Humanista.
En eventos de la Confluencia previos a las elecciones, algunos sectores de la izquierda plantearon que hablar de una alianza política con grupos como el Humanismo o Perú Posible serían una suerte de “traición”, por el pasado de estas organizaciones vinculados al Baguazoy a denuncias de corrupción. Todos hechos que debemos reprobar. Sin embargo hoy la realidad política del Concejo que nos ha dado Lima, nos fuerza a llegar a entendimientos políticos concretos con estos sectores para avanzar con el Acuerdo de ancha base de 10 puntos y así continuar las reformas.
Si bien son importantes los balances, no hay mucho tiempo para evaluar el rol de la izquierda en lo que resta de la gestión. Entramos en un nuevo contexto electoral rumbo al 2014 y debemos estar claros en nuestra ubicación respecto a lo bueno y lo malo de la gestión municipal. Hay que pedir un mayor acercamiento de Susana y la gestión a la Confluencia, así como una posición más definida de los izquierdistas.
La izquierda en Lima no puede estar ausente del debate de las reformas iniciadas por la Municipalidad ni de un debate programáticoclaro sobre el presente y futuro de la ciudad. Debemos ser los abanderados del Acuerdo de ancha base, hay que seguir planteando las críticas, siempre necesarias y las propuestas alternativas. Lo que no podemos hacer es dejarle en bandeja el gobierno de Lima a las derechas y los sectores que quieren imponer su agenda a partir dela mentira, el chantaje y el obstruccionismo.
*Regidor metropolitano de Lima y militante del MAS
Teófilo Bellido: El revés del 24.11
Aporte para el balance de las elecciones del 24 noviembre
Por Teófilo Bellido
Está claro y hay que aceptarlo y no es para azotarse como fraile en penitencia, sino para sacar lecciones, corregir errores y estar en mejores condiciones de cara al 2014, pero, sobre todo, al 2016. Aceptar la realidad debiera ser la actitud política de un movimiento o de un partido si existe la seria intención de avanzar en el proceso de constituirse en alternativa de gobierno y poder popular. Siendo importante, no bastan los esfuerzos unitarios ni la fusión de organizaciones políticas que -es preciso reconocer- no atraviesan el mejor momento de su vida. Es indispensable, además, darle al pueblo pequeñas victorias en las contiendas que se participa, recuperar la confianza y credibilidad de la población y de los propios seguidores. Falta nos hace.
La gestión municipal de Susana Villarán ha sufrido una derrota política en las elecciones del domingo 24 de noviembre y, sin lugar a dudas, políticamente golpea a la izquierda. Haber iniciado su mandato con 21 regidores para quedarse con tres en su año final, no es ninguna victoria por más que algunos quieran dorar la píldora buscando justificaciones, culpando a terceros o reprochando cualquier crítica personal o colectiva que ya se vienen dando desde la propia izquierda. Descalificar puntos de vista diferentes a la “declaración oficial” de algunos dirigentes o, pensar que aún existen personajes sagrados e intocables, son visiones atávicas que deben ser desterradas. Para tener derecho a alzar una voz crítica no es necesario estar en las entrañas del grupo de dirigentes que aún no están legitimados. En esta nueva etapa de unidad, es necesario armonizar las opiniones no contradictorias con el carácter y los fines del Frente, buscando lo mejor para su construcción y desarrollo.
Es un hecho. La oportunidad que en las urnas le dio el pueblo de Lima a Susana Villarán investida con imagen de izquierdista, primero en las elecciones municipales del 2010 y luego en la revocatoria, no fue aprovechada por quien gobierna desde el sillón de Nicolás de Rivera.
Numéricamente la vencedora del 24.11 ha sido la derecha, mejor dicho el PPC, procurando recuperar su bastión electoral, el más importante a nivel nacional y con la mira en el 2014 y el 2016. No obstante, lo imprevisible es el ascenso a segundo lugar de Somos Perú, el Partido fundado por Alberto Andrade. La izquierda que ganara las elecciones municipales con Fuerza Social, hoy bajo registro electoral de Tierra y Dignidad (TD) se ubicó entre los últimos.
En la recomposición de las fuerzas políticas en la Municipalidad de Lima, la izquierda (de Susana Villarán) está totalmente disminuida, situación que obliga a la alcaldesa a entablar otras alianzas para la “gobernabilidad”. Esto ha sido posible porque la población nunca se sintió cerca ni comprometida con su gestión ni con el equipo “de primer nivel” que la rodeó, pues, además, desde sus inicios, ella estuvo más preocupada por logar compromisos con los regidores de otras fuerzas políticas y no para difundir las obras programadas y los proyectos en marcha, actuando casi siempre de manera autárquica y a la defensiva frente al ataque del poder mediático.
Villarán después del triunfo contra la revocatoria, a manera de autocrítica, señaló no haber estado muy cerca de la población ni de las organizaciones vecinales y populares. Sin embargo, esa declaración no pasó de ser un simple golpe de pecho, por ello es que la alegría del triunfo en la revocatoria se enfrió muy temprano debido al escaso calor popular. Es que, una gestión que se dice de izquierda, que triunfa con el apoyo de ese contingente que, además, se esforzó en la campaña, pierde su esencia y sostén cuando se aleja –mismo Humala- de esas organizaciones y del pueblo.
A las bases izquierdistas nada les gustó el caluroso recibimiento de Susana Villarán a Yoani Sánchez (bloguera anticubana) durante su visita a Lima el pasado mes de abril, “Bonito encuentro con Yoani Sánchez, mujer valiente, con quien tenemos muchos amigos en común en Cuba”, dijo entonces Villarán refiriéndose a las llamadas “damas de blanco”, grupo financiado por el gobierno norteamericano para atacar a la Revolución Cubana. Un mes después una delegación anti venezolana, integrada entre otros por los diputados Eduardo Gómez Sigala, María Corina Machado y Williams Dávila, y el Alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, fue recibida por la alcaldesa, precisamente en momentos de una fuerte campaña internacional de Henrique Capriles contra el electo Presidente Nicolás Maduro.
Estos dos años de gestión municipal no han servido para acumular fuerzas para la izquierda ni auspicioso para la presentación “en sociedad” del logo de Tierra y Dignidad (TD). Hay que entender que estamos recién construyendo una alternativa de izquierda, con identidad propia que se alce como opción diferente al continuismo neoliberal, al que se pretende hacerle reajustes, retoques cosméticos sin alterar su esencia excluyente, es decir las tesis trasnochadas de Tony Blair y Felipe González.
Desde el punto de vista estratégico el enemigo principal es el neoliberalismo y las fuerzas que lo sostienen. El frente único que propugnamos debe tener esa orientación. Es un camino difícil, un proceso más largo, pero necesario que recorrer si queremos construir la herramienta de transformación revolucionaria de la sociedad peruana.
Por Teófilo Bellido
Está claro y hay que aceptarlo y no es para azotarse como fraile en penitencia, sino para sacar lecciones, corregir errores y estar en mejores condiciones de cara al 2014, pero, sobre todo, al 2016. Aceptar la realidad debiera ser la actitud política de un movimiento o de un partido si existe la seria intención de avanzar en el proceso de constituirse en alternativa de gobierno y poder popular. Siendo importante, no bastan los esfuerzos unitarios ni la fusión de organizaciones políticas que -es preciso reconocer- no atraviesan el mejor momento de su vida. Es indispensable, además, darle al pueblo pequeñas victorias en las contiendas que se participa, recuperar la confianza y credibilidad de la población y de los propios seguidores. Falta nos hace.
La gestión municipal de Susana Villarán ha sufrido una derrota política en las elecciones del domingo 24 de noviembre y, sin lugar a dudas, políticamente golpea a la izquierda. Haber iniciado su mandato con 21 regidores para quedarse con tres en su año final, no es ninguna victoria por más que algunos quieran dorar la píldora buscando justificaciones, culpando a terceros o reprochando cualquier crítica personal o colectiva que ya se vienen dando desde la propia izquierda. Descalificar puntos de vista diferentes a la “declaración oficial” de algunos dirigentes o, pensar que aún existen personajes sagrados e intocables, son visiones atávicas que deben ser desterradas. Para tener derecho a alzar una voz crítica no es necesario estar en las entrañas del grupo de dirigentes que aún no están legitimados. En esta nueva etapa de unidad, es necesario armonizar las opiniones no contradictorias con el carácter y los fines del Frente, buscando lo mejor para su construcción y desarrollo.
Es un hecho. La oportunidad que en las urnas le dio el pueblo de Lima a Susana Villarán investida con imagen de izquierdista, primero en las elecciones municipales del 2010 y luego en la revocatoria, no fue aprovechada por quien gobierna desde el sillón de Nicolás de Rivera.
Numéricamente la vencedora del 24.11 ha sido la derecha, mejor dicho el PPC, procurando recuperar su bastión electoral, el más importante a nivel nacional y con la mira en el 2014 y el 2016. No obstante, lo imprevisible es el ascenso a segundo lugar de Somos Perú, el Partido fundado por Alberto Andrade. La izquierda que ganara las elecciones municipales con Fuerza Social, hoy bajo registro electoral de Tierra y Dignidad (TD) se ubicó entre los últimos.
En la recomposición de las fuerzas políticas en la Municipalidad de Lima, la izquierda (de Susana Villarán) está totalmente disminuida, situación que obliga a la alcaldesa a entablar otras alianzas para la “gobernabilidad”. Esto ha sido posible porque la población nunca se sintió cerca ni comprometida con su gestión ni con el equipo “de primer nivel” que la rodeó, pues, además, desde sus inicios, ella estuvo más preocupada por logar compromisos con los regidores de otras fuerzas políticas y no para difundir las obras programadas y los proyectos en marcha, actuando casi siempre de manera autárquica y a la defensiva frente al ataque del poder mediático.
Villarán después del triunfo contra la revocatoria, a manera de autocrítica, señaló no haber estado muy cerca de la población ni de las organizaciones vecinales y populares. Sin embargo, esa declaración no pasó de ser un simple golpe de pecho, por ello es que la alegría del triunfo en la revocatoria se enfrió muy temprano debido al escaso calor popular. Es que, una gestión que se dice de izquierda, que triunfa con el apoyo de ese contingente que, además, se esforzó en la campaña, pierde su esencia y sostén cuando se aleja –mismo Humala- de esas organizaciones y del pueblo.
A las bases izquierdistas nada les gustó el caluroso recibimiento de Susana Villarán a Yoani Sánchez (bloguera anticubana) durante su visita a Lima el pasado mes de abril, “Bonito encuentro con Yoani Sánchez, mujer valiente, con quien tenemos muchos amigos en común en Cuba”, dijo entonces Villarán refiriéndose a las llamadas “damas de blanco”, grupo financiado por el gobierno norteamericano para atacar a la Revolución Cubana. Un mes después una delegación anti venezolana, integrada entre otros por los diputados Eduardo Gómez Sigala, María Corina Machado y Williams Dávila, y el Alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, fue recibida por la alcaldesa, precisamente en momentos de una fuerte campaña internacional de Henrique Capriles contra el electo Presidente Nicolás Maduro.
Estos dos años de gestión municipal no han servido para acumular fuerzas para la izquierda ni auspicioso para la presentación “en sociedad” del logo de Tierra y Dignidad (TD). Hay que entender que estamos recién construyendo una alternativa de izquierda, con identidad propia que se alce como opción diferente al continuismo neoliberal, al que se pretende hacerle reajustes, retoques cosméticos sin alterar su esencia excluyente, es decir las tesis trasnochadas de Tony Blair y Felipe González.
Desde el punto de vista estratégico el enemigo principal es el neoliberalismo y las fuerzas que lo sostienen. El frente único que propugnamos debe tener esa orientación. Es un camino difícil, un proceso más largo, pero necesario que recorrer si queremos construir la herramienta de transformación revolucionaria de la sociedad peruana.
domingo, 8 de diciembre de 2013
Gabriel Salazar; "La militancia está por la unidad"
Enviado el 04/12/2013
Gabriel Salazar Borja *
Este 30 de noviembre se reunió en confraternidad la Confluencia por Lima, plataforma política creada en el 2010 por la izquierda para llevar a Susana Villarán a la alcaldía. Ese año ganó las elecciones, con fortuna de por medio; sin embargo, en marzo del 2013, afrontó un proceso de revocatoria con victoria hacia afuera (Villarán se mantuvo en el cargo) pero con derrota hacia adentro (el peligro de perder los regidores se hizo real). Así, llegó a noviembre del 2013 que hizo realidad el peligro. Ahora es necesario hacer un balance desde adentro de la izquierda, y para ello partiré de la fotografía final de estas elecciones.
La fotografía fue la siguiente: el movimiento social del Vaso de leche encabezado por Ivone Tapia, los regidores activos que postulaban a la reelección, Marité Bustamante y Luis Gárate; dos partidos políticos, Fuerza Social y Voz Socialista; el colectivo Foro Juvenil de Izquierda, las bases del Partido Nacionalista Peruano-Lima, todos agrupados asistentes a esta reunión de confraternidad, los que forman parte de la plataforma amplia de la Confluencia por Lima, han sido quienes armaron la campaña de Tierra y Dignidad (TD), y lograron conseguir llegar a más de 300 mil votos, manteniendo en el concejo metropolitano a Marité Bustamante y a Luis Gárate, quien junto con el Teniente Alcalde, Hernán Núñez, conformarán la bancada de la Confluencia por Lima.
La reunión no solo confirma la persistencia de la militancia de izquierda y progresista en Lima, agrupada en la Confluencia por Lima, sino que también da cuenta de las fuerzas ausentes. En medio de las discusiones de si se debía luchar políticamente por las elecciones del 24 de noviembre, la dirigencia de algunos partidos miembros de la Confluencia por Lima, como Tierra y Libertad, Ciudadanos por el Cambio, Partido Socialista, Partido Comunista Peruano y Patria Roja, plantearon o que no era importante participar o que si se participaba solo era como Frente Amplio –y sin ninguna alianza con los partidos de la derecha-. Las posiciones de Fuerza Social y de Voz Socialista eran las de ir en alianzas.
Al final se optó por ir solo como izquierda, todos unidos, decían; sin embargo a la hora de la campaña los ausentes en la reunión de confraternidad de Confluencia por Lima también estuvieron ausentes, dejando solos a sus jóvenes candidatos. La dirigencia de estos partidos no se la jugó. Ese fue precisamente uno de los balances en las intervenciones de los militantes de base encargados de la campaña de TD en la reunión mencionada. Los militantes encargados de los más de 20 comités de campaña en todo Lima expresaban su incomodidad por esta falta de compromiso. Es que a pesar que inclusive algunos militantes de estos partidos si lo hicieron, no estuvo presente su maquinaria partidaria. ¿A qué se debe? Se vienen escribiendo varias columnas, Marisa Glave, Antonio Zapata, Raúl Wiener, Rocío Silva, y Hernan Núñez. El presente artículo es para aportar al debate.
Es cierto que la alcaldesa Susana Villarán también estuvo ausente. Es cierto que el mismo Fuerza Social no apoyó, como debiera; pero eso no puede llevar a concluir que Susana Villarán ya no es de izquierda y que entonces hay que abandonarla. La reunión planteó la necesidad de un debate abierto, de la unidad más allá de las discrepancias, pero con un diálogo previo y con el reconocimiento del trabajo realizado por Confluencia por Lima durante estos años. Es necesario pensar en un Frente Amplio más allá de las ideas, y más acá de las prácticas. ¿Los partidos de izquierda implicados en esta historia abrirán un debate al respecto? Me parece necesario.
La izquierda se forja en la lucha, y la lucha última en Lima era en las elecciones de noviembre, para mantener el poder progresista y de izquierda en el Concejo de Lima. Para construir una propuesta local y nacional, es importante dar la pelea en todos los espacios.- La militancia en Lima se ha sentido mucho más reforzada por la última batalla electoral, pero también ha sentido las ausencias y esto es grave. No se puede caer en el pragmatismo, en el mero cálculo político desde la dirigencia. Esto puede pasar la factura, generar desmovilización y descrédito hacia propuestas que no reconozcan esta lucha. Mi experiencia de este año 2013 me ha enseñado que es difícil no solo construir esta idea –y práctica- de poder popular, sino que también es difícil forjar la unidad.
El panorama actual es complicado. Fuerza Social y Susana Villarán con una trayectoria más parecida al liberalismo de izquierda, con acciones desleales (como lo sucedido con Patria Roja al inicio de su gestión), algunos partidos del Frente Amplio con una actitud de rechazo ante esta posición -que los alejó de la campaña-, y los otros partidos de la Confluencia por Lima, respaldando a pesar de todo a la gestión de la izquierda y de Villarán. Son las tres posiciones que deben de ponerse de acuerdo para mirar el futuro y no abandonar Lima. Los problemas en la izquierda explican el abandono pero no lo justifican. Finalmente surgen muchas preguntas, pero la central es cómo mantener unida a la militancia de izquierda en Lima. Lamentablemente las disputas entre Susana Villarán y algunos partidos del Frente Amplio han pasado factura a la Confluencia por Lima.
En Lima, el Frente Amplio afirmó que Confluencia por Lima era la expresión del Frente Amplio en Lima; sin embargo los partidos más activos en el FA no participaron en la campaña. ¿Por qué? Creo que es necesario impulsar un debate amplio, fraterno, de cómo se viene desarrollando la actividad de las izquierdas en Lima y que como resultado de este se pueda finalmente llegar a un acuerdo de todas las fuerzas, a la tan ansiada unidad. Más aún cuando el panorama asoma bastante complicado en el horizonte del 2014 y 2016. La derecha reaccionaria y conservadora quiere volver con todo al poder. ¡No podemos seguir desunidos!
* Foro Juvenil de Izquierda
Ver links relacionados al tema:
http://unidad.pe/index.php?option=com_content&view=article&id=73%3Aentrevista-a-hernan-nunez&catid=44&Itemid=337
http://www.larepublica.pe/columnistas/kolumna-okupa/los-jovenes-zurdos-y-el-minotauro-26-11-2013
http://abrahamvalencia.blogspot.com/2013/11/ni-triunfo-ni-fracaso.html
http://www.iep.org.pe/antonio_zapata___donde_esta_la_izquierda_.html
http://rwiener.blogspot.com/2013/11/algo-mas-sobre-la-votacion-del-domingo.html
http://unidad.pe/index.php?option=com_content&view=article&id=73%3Aentrevista-a-hernan-nunez&catid=44&Itemid=337
http://www.larepublica.pe/columnistas/kolumna-okupa/los-jovenes-zurdos-y-el-minotauro-26-11-2013
http://abrahamvalencia.blogspot.com/2013/11/ni-triunfo-ni-fracaso.html
http://www.iep.org.pe/antonio_zapata___donde_esta_la_izquierda_.html
http://rwiener.blogspot.com/2013/11/algo-mas-sobre-la-votacion-del-domingo.html
Marisa Glave: "¡Aquí estamos!"
Aporte para el balance de las elecciones del 24 noviembre
PUBLICADO: 2013-12-04
Leí a Antonio Zapata, y discrepo, no porque una apreciación externa del proceso del Frente Amplio como esa no pueda existir, sino porque está escrita desde alguien que estando afuera del proceso de construcción cree saber qué es lo que está realmente ocurriendo. En este caso, el de los fantasmas de los 80 creo que es él.
Veamos los argumentos. Primero la izquierda no tiene bases sociales y lo peor, no busca organizarlas. Falso. El surgimiento del FA plantea, EXPRESAMENTE, que este proceso no sea de las cúpulas y que incluya a organizaciones sociales y a ciudadanos y ciudadanas no partidarizadas. ¿Qué se está haciendo para eso? En algunos distritos de Lima Sur por ejemplo se vienen constituyendo comités del FA en coordinación con la militancia de los partidos, pero sobre todo con organizaciones sociales como el Movimiento Sin Techo. Lo mismo empieza a germinar en Junín, Iquitos, Cusco, donde también se están construyendo comités promotores del frente. Y esta semana tenemos reuniones preparatorias con mujeres, jóvenes, organizaciones sociales, trabajadores, intelectuales y artistas rumbo al encuentro del 15 de diciembre.
¿Ya logramos culminar el proceso? No, falta mucho, pero está en camino. ¿Hay tensiones? Por su puesto, somos de izquierda y la tendencia a la crítica desmedida muchas veces genera escepticismo más que nuevos caminos de construcción y nos hace ver más la paja en el ojo ajeno. Pero andamos. Parafraseando a Mariátegui (el abuelo obviamente) espero que la historia no le dé razón a esa gente negativa y escéptica, sino a la gente afirmativa…que piensa que son aptos para la libertad todos los pueblos que saben adquirirla. Creo que el Perú es un sueño posible y que sabremos ir avanzando en nuestra emancipación, sin calco ni copia.
Segundo “no hay programa”. Tampoco es del todo cierto. Ya se iniciaron los debates programáticos y hemos elaborado primero lineamientos que serán debatidos el 15 de diciembre, reunión a la que espero Tony nos puedas acompañar porque tus sugerencias son bienvenidas. La idea no es que unos iluminados nos digan a “las bases” qué se debe hacer, sino por el contrario se pueda promover un verdadero debate, de abajo para arriba, que recoja las miradas, preocupaciones y planteamientos de solución que desde los distintos lugares del país se vienen gestando. Esto es algo que los partidos de la derecha no hacen, no lo necesitan. Tienen muy claro su modelo de exclusión y saben al servicio de quien están. Construir un país justo requiere debate crítico no sumisión, y eso es un proceso que requiere tiempo
Tercero, que en la negativa de varios (no sólo unos) de hacer una alianza con el partido humanista pesó el pasado más que una visión de futuro. Te equivocas. Varios de los que nos opusimos lo hicimos precisamente pensando en el futuro. En que la izquierda que vamos a construir no sea un simple reciclaje de todo. Yehude no sólo fue el Premier del Baguazo, fue alguien que pasó de la izquierda radical, al centro progresista, a la defensa de la versión neoliberal de Alan García y luego a sumarse a las filas de PPK, uno de los principales lobbistas de la historia del país. ¿Eso te parece renovador? ¿Mínimamente ético? A mí no, y lo que me alegra, es que en la asamblea en la que decidimos no hacer esta alianza, quienes gritaron su oposición no fueron “las cúpulas” que la verdad estaban muy tranquilas con esta posibilidad, sino la gente joven de los partidos y los que no siendo de los partidos se sintieron convocados como ciudadanos a opinar sobre el camino a seguir. Aún recuerdo una posible definición ambigua de la mesa que conducía esa asamblea – donde también había un representante de mi partido – y frente a la cual la juventud reaccionó amargamente. Recuerdo a una chica muy joven, que fue candidata en la lista de regidores de estas últimas elecciones, subida en una silla, exigiendo acuerdos claros y que “la cúpula” respete a las bases. La verdad Tony, yo prefiero respetarla a ella y la renovación que representa.
Hay riesgos en la construcción del frente. Varios. Algunos internos y que pueden terminar estallando el proceso, sí. Y que debemos estar atentos, sí. Un reto grande es mantener el proceso unitario pese a las diferencias y eso se logra precisamente con acuerdos programáticos claros. Otro es definir la estrategia electoral, donde pensemos ¿qué queremos lograr, ganar por ganar? ¿Iniciar un proceso de construcción de un referente nacional? ¿Cómo lo haremos? ¿Sólo la izquierda? ¿Nos aliaremos con el centro? ¿Querrá el centro? ¿Querremos nosotros? ¿En qué condiciones? Son preguntas que deberemos responder, no desde las cúpulas, insisto, sino desde un debate con la militancia. Y las decisiones de fondo, desde las estrategias de alianza hasta quienes serán nuestros candidatos deberán pasar por el principio de UN MILITANTE UN VOTO. Hay quienes, hoy en las cúpulas de los partidos de izquierda, no están del todo cómodos con aplicar este principio, pese a que lo repiten hasta el cansancio. Pero estará en la terquedad de las nuevas generaciones que exijamos que se cumplan.
Quiero recordarte, a ti y a quienes leen estas líneas, que el FA se lanza como iniciativa en junio de este año. No hemos cumplido ni 6 meses de iniciar el trabajo. Las exigencias que varios nos piden, están cargadas del peso de la historia pues parecen creer que la “Izquierda Unida” de los ochenta ha revivido. No es así. Esa izquierda murió. Y ahora nace otra, donde estamos varios que menos mal nunca estuvimos en Huampaní, ni en ninguna otra mítica reunión de esa IU. Que recoge mucho de lo que se vivió, por supuesto, pero que tiene un nuevo proceso y que espera que sea medida por lo que ahora empezamos a hacer. Somos continuidad, pero somos también ruptura.
Sería interesante que empezáramos a preguntarnos ¿por qué le molesta a tantos y en particular a los opinólogos que la izquierda intente juntarse? Insisto, en este proceso llevamos apenas seis meses y seguiremos trabajando.
Como diría Vallejo,
"Otro poco de calma, camarada;
un mucho inmenso, septentrional, completo,
feroz, de calma chica,
al servicio menor de cada triunfo
y en la audaz servidumbre del fracaso."
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